Los que eran mayores que yo, estaban enterados de todo.
Balbino nació en 1926 en Villarpedre, un pueblo pequeño y agrícola de Grandas de Salime, donde creció junto a ocho hermanos. Desde niño, vivió en un entorno rural basado fundamentalmente en el trabajo en el campo. Su infancia estuvo marcada por la dura labor en las viñas y el cultivo de la tierra, un esfuerzo en el que toda la familia participaba para asegurar la alimentación. Muchos de sus hermanos emigraron a Argentina y Norteamérica en busca de una vida mejor, dejando a Balbino como el único de los hermanos que se quedó en España.
A lo largo de su vida, Balbino experimentó los cambios y desafíos que trajo consigo el tiempo, como la construcción del embalse de Salime, una obra monumental que él mismo presenció de niño y en la que trabajaron muchas personas de la zona y de otros lugares lejanos. Recuerda también los duros años de la guerra civil y la posguerra. Con el paso de los años, se convirtió en testigo de la despoblación de su pueblo y de la transformación de su comunidad.
Balbino sigue manteniendo un vínculo profundo con su tierra y una esperanza por el futuro de los pueblos asturianos. A pesar de las dificultades que ha presenciado y los cambios en la zona rural, tiene fe en que las nuevas generaciones encuentren un motivo para regresar y volver a habitar estos lugares.