Melquiades Lozano Fernández nació en 1943 en Berducedo, Allande (Asturias), donde vivió su infancia ayudando en el negocio familiar. Tras la muerte de su madre, se trasladó con su familia a Pola de Allande, donde expandieron su comercio.

Es un hombre profundamente conectado con la naturaleza y la vida rural. Desde niño, desarrolló una gran pasión por la caza y la pesca, actividades que ha continuado practicando en Allande, siendo un gran conocedor de los montes de la zona. Además, es conocedor de la influencia de la luna en actividades tradicionales, como la siembra, la poda y la trasiega de vinos, conocimientos que provienen tanto de la tradición oral como de su propia experiencia.

Durante la entrevista, menciona cómo nuestro satélite influye también en otros aspectos como la siembra de berzas, los partos de animales y hasta el corte del cabello, teniendo la costumbre de cortarse el pelo en menguante, para reducir su caída.

Melquiades mantiene un fuerte apego a las tradiciones heredadas. Expresa cierta nostalgia por la vida más simple del pasado, donde los conocimientos y la observación del entorno guiaban las tareas cotidianas. Melquiades personifica a quienes viven en armonía con la tierra, conservando un legado de sabiduría rural en su comunidad local.