Dicen, que es mejor el último menguante.
Neli nació en 1947 en Vitos, un pequeño pueblo de Grandas de Salime. Fue la segunda de ocho hermanos y creció en un hogar donde, desde muy joven, tuvo que cuidar a sus hermanos y ayudar en las labores del campo. Su infancia estuvo marcada por la sencillez; a pesar de las dificultades, recuerda que «vivíamos más unidos, (…) mucho mejor que ahora». En su pueblo, era común que los vecinos se ayudaran entre sí para las las labores del campo, trabajando juntos en un ambiente solidario.
Con los años, Neli continuó trabajando en la labranza, cuidando del ganado y ocupándose de las tareas del hogar. Después de casarse, se dedicó a su familia y a la ganadería, llegando a tener 30 vacas. A pesar de la dureza de la vida, se siente satisfecha de haber logrado sacar adelante a su hija, que vive en Santander, a quien visita siempre que puede.
Actualmente, Neli vive en La Mesa rodeada de recuerdos de un tiempo en el que los vecinos formaban una comunidad sólida. Mantiene viva la esencia de esa época y se siente orgullosa de poder transmitir esos conocimientos a su hija y a sus nietos, quienes muestran interés en conocer las tradiciones rurales que han marcado su vida.