El año tiene 13 lunas, cuidadito.
Pepe nació el 26 de enero de 1943 en Berducedo, un pueblo de la Asturias rural donde la vida sencilla y el sentido de comunidad lo eran todo. Desde niño, recuerda haber jugado con una pelota de trapo y cómo se formaban amistades sólidas en aquellos tiempos. Durante su juventud, trabajó como camionero antes de acceder a un puesto como capataz en Obras Públicas, donde dedicó 30 años de su vida supervisando y organizando labores de infraestructura en su región. Menciona que ese trabajo le permitió recorrer muchos kilómetros en carreteras rurales, manteniendo el contacto con la gente y los paisajes de su tierra.
A sus 81 años, Pepe mantiene una profunda conexión con su pueblo y observa los cambios que ha traído el tiempo, desde la despoblación hasta la pérdida de muchas costumbres. Con orgullo y nostalgia, nos habla de su experiencia en el campo y de cómo el conocimiento popular se transmitía de generación en generación. Recuerda los ritmos de la naturaleza que dictaban las labores agrícolas, guiando desde las cosechas hasta el cuidado de los animales. Para él, estos conocimientos representan una conexión vital con el pasado, un tiempo en el que la gente vivía en mayor armonía con la naturaleza.
Ahora, jubilado, disfruta de la tranquilidad del pueblo y reflexiona sobre cómo ha cambiado la vida rural en comparación con la de su juventud. A pesar de los cambios, Pepe guarda con cariño los recuerdos de aquellos años en los que la vida era sencilla y el pueblo estaba lleno de vida.