Del Palo al Pozo, hay más osos que personas.
Pepín nació en San Salvador del Valledor, Allande, en 1946, en una Asturias rural en la que la vida implicaba trabajo duro y pocos lujos. Desde joven, se acostumbró a las dificultades, participando en las labores del campo. Tras cumplir 18 años, se trasladó a Gijón, donde desarrolló su carrera en el sector del automóvil. Al jubilarse, regresó a San Salvador junto a su esposa, encontrando en su pueblo natal un lugar tranquilo para disfrutar de su retiro, en plena naturaleza.
En su vida adulta, Pepín ha observado las transformaciones que ha vivido San Salvador. Conserva un profundo respeto por las tradiciones, incluyendo prácticas agrícolas en las que las fases de la luna jugaban un papel esencial para la siembra y la cosecha, algo que él mismo sigue aplicando en actividades como el cuidado de la madera y la producción de vino.
A lo largo de los años, Pepín ha mantenido su conexión con la naturaleza y la sabiduría de las generaciones pasadas. Su regreso a San Salvador representa para él una vuelta a los orígenes, donde disfruta de la paz del campo y la compañía de su familia, preservando una parte de la historia y de las costumbres del pueblo.